Sobre Nuestro Redactor Invitado:
Abdón Ortiz Verhooks, Diseñador y Docente en Moda. Egresado de la Academia de Diseño las Mercedes, con 28 años de experiencia en diversas áreas de la industria de la moda y en los últimos 10 años dedicado a la formación de talento nacional. Actualmente se desempeña como Coordinador de la mención Moda en el Instituto Universitario de Diseño Las Mercedes. Ha formado a la mayoría de los Diseñadores que actualmente ejercen la profesión en el país, conocido como “El Profe” quien se ha ganado el cariño y reconocimiento de las nuevas generaciones por su profesionalismo y calidad humana que lo hacen un pilar de la Moda Venezolana.
“EL MITO DE LA ALTA COSTURA EN VENEZUELA”
Nuestro país ha sobresalido desde décadas pasadas por aspectos que van más allá de sus yacimientos petrolíferos, sus bellas mujeres y su situación política. Nuestro país destacó desde los años 50 con una industria de la confección y de la moda que en su momento, no solo abastecía al mercado nacional sino al latinoamericano y además, nos vistió a la última tendencia. Nuestra industria textil logró licencias de marcas de prestigio internacional y en Venezuela se confeccionaron: Christian Dior, Gloria Vanderbilt, Óscar de la Renta, Fiorucci, Sergio Valente, Jordache, Levi's, Hang Ten, Arena, Thriumph, Van Raalte; dejando claro la excelente calidad de la industria nacional.
Es increíble la poca memoria del venezolano y peor aún, las opiniones emitidas por muchos, descalificando al producto moda nacional. La industria textil en nuestro país tiene una historia en MARCAS MODA:
LONY, RIVIERA, CARIBÚ, DORITA VERA, ACA NEW, COTTON CANDY, TROPICANA, DIDI JEANS, MINELLI, MONTREAL, OLIMPICO y otras que a pesar de las débiles políticas económicas y del poco apoyo a nuestra industria textil, siguen en pie, ofreciendo productos con un criterio de calidad inigualable. Marcas como, RORI, MONTECRISTO, TRILAX, INDIANI, NEUTRONI, además de otras nuevas que repuntan como lo son EPK, MELAO.
Yo conocí una VENEZUELA PRODUCTIVA con un producto nacional con calidad de exportación. Las textileras producían gran cantidad de géneros con una calidad inigualable. El producto de estas fábricas no solo surtía al país, también, abastecía al mercado centro y sur americano; era un verdadero orgullo encontrar en el exterior insumos y manufactura textil con la etiqueta HECHO EN VENEZUELA.
Inicié mis estudios de diseño motivado por el ideal estético de la Alta Costura. Luego de tres años y medio de formación académica, egresé junto a 29 colegas. Para la época sólo existían dos instituciones académicas especializadas y sarcásticamente digo, que de sus promociones egresaban un promedio de 60 titulados al año, si multiplicamos esto por el tiempo transcurrido, el resultado nos da una cifra que determina, que en Venezuela hay más diseñadores que producto de confección textil. Y es que para nadie es fácil producir moda en el país, son pocos los que se han mantenido en este rubro, pero la lucha aún no se ha perdido.
Las preferencias del consumidor venezolano son los productos o marcas extranjeras, tendencia generada por las deficientes políticas de apoyo a la industria nacional, que se reflejan en los altos costos de los insumos importados y tristemente admito, por la deficiente calidad de lo que a partir de los ‘90 se ha venido produciendo en el país.
Mi aspiración como todo recién graduado en moda por supuesto, era diseñar vestidos de Alta Costura, como si esto fuese algo que cualquier mortal pudiera hacer. Inspirado por los dioses de la moda como Yves Saint Laurent, Coco Chanel y Christian Dior, soñaba con tener mi atelier y una firma con mi nombre. La realidad es que todo comienzo cuesta, y hacerse de un local, equipo, personal y más difícil aun, de una clientela, no es un cuento de Disney. A la par de mi ideal de trabajar en la confección personalizada, laboré durante 9 años en la industria de la confección de trajes de baño, ropa deportiva e infantil, sin abandonar mi sueño de hacerme un nombre en Venezuela y el mundo como DISEÑADOR DE ALTA COSTURA.
Lo primero que todo diseñador de moda crea, es su tarjeta de presentación o como dicen los expertos su identidad corporativa, imprime en ella un logotipo que refleja similitud con tipografías usadas por marcas reconocidas internacionalmente e incluyen un isotipo o emblema relacionado con la moda, que por lo general es un maniquí, yo no fui la excepción y en mi tarjeta de presentación decía: Abdón O. Verhooks, diseñador de HAUTE COUTURE, solo me faltó agregarle, Caracas-París.
Existe un errado concepto del significado “Alta Costura”, especialmente por aquellos diseñadores que utilizan este término de forma indiscriminada e irresponsable. En Venezuela no producimos Alta Costura. Este término lo relacionamos sólo con la creación de prendas a la medida, fabricadas con telas de altísima calidad, cosidas con esmerada atención a cada detalle y a sus terminaciones, con el tradicional y artesanal método de confección a mano, pero es más que eso.
HAUTE COUTURE es un término que nace a mediados del siglo XIX en París, considerada hasta ahora la capital mundial de la moda. El padre de la Alta Costura es el Inglés Charles Frederick Worth, el primer diseñador de moda del que se tenga conocimiento en la historia. Worth fue el primer couturier en atribuirse esta categoría, al firmar sus creaciones como piezas de arte. El couturier llegó en 1845 a París y fundó en el año 1857 la Maison Worth en el número 7 de la rue de la Paix. En el esplendor del II Imperio, la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, se convirtió en una de sus principales clientas. Mujeres de todo el mundo se vestían en Worth, y la emperatriz Isabel de Austria (Sissi) fue una de las más importantes. Así su nombre fue el primero en formar parte de las estrellas del diseño.
Unos años antes de su muerte, el negocio de Worth comenzó a declinar, pero sus hijos lo reimpulsaron en el siglo XX. Los herederos de Worth se unieron en 1868 a la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. En 1910, Gaston Worth se convirtió en su presidente, velando por la calidad de la alta costura y luchando contra la piratería. Jean-Philippe Worth fue nombrado presidente en 1923, y también desempeñó un papel crucial en la fundación de la Ecole de la chambre syndicale de la couture parisienne, entidad destinada a la formación profesional y creada en 1930.
En 1924, sus hijos lanzaron su primer perfume, Dans la Nuit, le siguieron otros diez. El negocio de los perfumes sobrevivió a la casa de moda, que fue adquirida en 1954 por Paquin, y de esta alianza surge la firma Worth-Paquin, cerrando definitivamente dos años después.
Tres características de la empresa de Worth son las que establecieron los fundamentos básicos de cualquier casa de modas:
1.
Dirección personalizada por un creativo, actualmente llamado diseñador.
2. Creación de colecciones de modelos para cada temporada del año. Quedando estructurada la moda para las temporadas: primavera/verano y otoño/invierno.
3. Presentación y exhibición sobre maniquíes vivientes. Institucionalizando la pasarela para la presentación de colecciones, show room, y en definitiva, las casas de moda.
El ejemplo de Worth fue seguido inmediatamente por otros pioneros en toda Europa. Pero la importancia de que la moda comenzara a ser una actividad industrial repercutió no sólo en el textil, sino en otros sectores, el fenómeno moda cambió sustancialmente; naciendo así la moderna industria de la joyería, la del calzado, la peletería, que pronto se integraron a la alta costura, y la perfumería que con el tiempo ha alcanzado una gran importancia.
Alta Costura se trata de un término legal que no cualquier diseñador puede usar. Sin embargo, el término se usa sin distinción por firmas y diseñadores que por confeccionar ropa a la medida, creen tener el derecho de aplicar esta denominación a su trabajo. Para lograr esta licencia y poder aplicarla en su publicidad o promoción, primero hay que lograr unos requisitos impuestos por esta cámara sindical y deben ser aprobados por un selecto grupo de sus miembros honorarios.
El término Haute Couture está protegido por la ley francesa y definido por la cámara de comercio de la industria de Paris. Esta institución estableció que solo las casas y firmas autorizadas por ellos y mencionadas en una lista anual, tienen el derecho de usar esta denominación de origen, es ilegal el uso indebido del término Alta Costura. Lo aceptado para el caso de las creaciones hechas a medida, sería el término “couture”, como hacen otros diseñadores que no son miembros de la cámara sindical, para referirse a sus exclusivas colecciones. Ni en Venezuela ni en otro país de Latinoamérica, se hace alta costura.
Los requisitos para poder aplicar a la denominación Alta Costura, están protegidos por las leyes de comercio francesas. Estos términos fueron establecidos en 1945, flexibilizándose en 1992 y son los siguientes:
· Las firmas deben presentar dos colecciones al año en París, que cuenten con un mínimo de 35 salidas (looks) en categorías casual formal y gala.
· Establecer, al menos, un atelier en París en el que se empleen como mínimo 20 artesanos formados en la Ecole de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne trabajando a jornada completa, dedicando entre 100 y 1000 horas a la elaboración cada prenda.
· Garantizar la exclusividad de los tejidos utilizados, en fibras naturales y de las textileras más prestigiosas del mundo, aunque actualmente se aceptan las microfibras conocidas como fibras inteligentes.
· Elaborar prendas a medida para cada clienta, partiendo de un toile, al que se le realizan al menos tres pruebas antes de su entrega. Si rompe esta regla automáticamente queda fuera de la selección.
De esta manera, cada diseño suele tener tres ejemplares: uno para el desfile, otro para la clienta, y otro que formará parte de los archivos de la firma.
La Cámara Sindical de Alta Costura para la década de los 40 contaba con 106 miembros y para los años 90 solo quedaban 20. Actualmente cuenta con 26 miembros, destacando Chanel, Christian Dior como los más antiguos y algunas nuevas figuras como los ingleses Ralph&Russo y Schiaparelli en su nueva etapa. En 2001, su legislación fue nuevamente flexibilizada y el número de diseños presentados para cada temporada se redujo a 25, en vez de 35. Pero, sobre todo, el apadrinamiento y la elección por parte de una comisión de sus miembros, se han convertido en factores preponderantes con respecto a los criterios cuantitativos y a la participación de nuevos invitados.
La historia de la alta costura está llena de desapariciones de firmas legendarias. Muchas se dieron a partir de la década de los ‘60, tras la aparición del prêt-à-porter. Algunas firmas optaron por cerrar su línea de alta costura, para dedicarse a los perfumes, al prêt-à-porter de luxe o a los accesorios, logrando incluso mayor éxito en estas líneas de producción: Balenciaga, Lanvin, Laroche, Grès, Patou, Nina Ricci, Féraud y otras ampliaron sus líneas dirigidas al mercado de consumo masivo.
A principios de 2005, desaparecieron otras dos marcas prestigiosas de la lista oficial de casas de alta costura:
Balmain, creada en 1945 y Torrente que existía desde 1969. Para el 2007 solo quedaban diez casas de alta costura: Chanel fundada en 1919, Dior de 1946, Givenchy de 1952, Jean-Louis Scherrer de 1962, Emanuel Ungaro de 1965, Christian Lacroix de 1987, Jean-Paul Gaultier fundada en 1977 y clasificada alta costura en 2001, Dominique Sirop alta costura desde 2003, Adeline André desde 1981 y Franck Sorbier creada en 1991 y miembro desde 2005. A ello se agregan los miembros corresponsales: los italianos Valentino y Giorgio Armani, el libanés Elie Saab y el belga Martin Margiela.
La alta costura, se ha definido en más de una ocasión como el “laboratorio de la moda” pues exhibe mayor creatividad y excentricidad en sus colecciones. A pesar de que estos vestidos no son los más comerciales, son los más atractivos para los medios, ya que su excentricidad es acompañada de la majestuosidad en sus presentaciones. La realidad comercial, hoy por hoy, es que las marcas reciben mayor beneficio de lucro con sus líneas cosméticas, con los perfumes, de las licencias y en última instancia de su prêt-à-porter. Durante la “edad de oro de la moda”, después de la Segunda Guerra Mundial, más de 15.000 mujeres vestían con prendas de alta costura. En la actualidad, hay tan sólo alrededor de 2.000 clientas para esta categoría. Actualmente el precio de una pieza de Alta Costura puede costar de 15.000 a 100.000 €.
La Cámara Sindical de Alta Costura quedó adscrita en 1973 a la Federación Francesa de la Costura. Esta institución está presidida desde el 2014 por Ralph Toledano, ex director general de Chloe, anteriormente Didier Grumbach era el presidente honorario con una dirección que duró 16 años. La Federación Francesa de la Costura quedó organizada internamente en:
· Cámara Sindical de la Alta Costura
· Cámara Sindical de la moda masculina
· Cámara Sindical del Prêt-à-porter, los Couturier y creadores de moda.
La Escuela de la Cámara Sindical de Costura de París es parte adjunta de la Federación actuando en el campo del entrenamiento y de la formación. El aprendizaje dispensado dentro del contexto de esta Escuela, siempre ha respondido a un doble objetivo:
ü
Desarrollando la creatividad necesaria para quienes desean tener éxito profesional, en un sector donde los productos se renuevan a un ritmo rápido.
ü Capacitando en el dominio de las técnicas de fabricación para lograr traducir sus creaciones en productos.
Yves Saint Laurent, Valentino, Jean-Louis Scherrer, Issey Miyake, André Courrèges, Adeline André, Dominique Sirop, Gilles Rosier, Jean Colonna, Tom Van Lingen, Stéphane Rolland, Véronique Nichanian, Anne Valérie Hash, Alexis Mabille, fueron formados en esta escuela.
La Federación Francesa de la Costura, del Prêt-à-Porter de Modistos y Creadores de Moda tiene entre otras funciones, la de contar entre sus miembros además de las francesas, sociedades extranjeras como las japonesas, italianas y belgas, entre otras. Esto refleja la internacionalización creciente de la Moda.
Desde 1945, en enero de cada año, la comisión clasificadora se reúne en el Ministerio de la Industria para seleccionar a las Casas que tienen derecho a la apelación HAUTE COUTURE. Esta apelación jurídicamente protegida, se otorgabadesde los años 40 de acuerdo a ciertos criterios. Esos criterios nunca se habían puesto en tela de juicio. Sin embargo, una Casa como la de Azzedine Alaïa, en enero 2011 consiguió el nombramiento de forma inmediata, sin ninguna oposición.
Para invitar a participar a una nueva marca, ésta debe estar apadrinada por un miembro diseñador consagrado y junto al resto de los miembros de la cámara sindical, deciden su participación como invitado a consagrar. Por supuesto la calidad y el talento son criterios que se toman en cuenta al momento de votar. Es necesario, para ser invitado y luego recibir la apelación, que el diseñador viva y trabaje en Paris.
Actualmente existen tres clasificaciones para las membresías que emite la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne.
Estas son:
· MEMBRE HAUTE COUTURE:en esa categoría están ubicadas las marcas de alta costura cien por ciento francesas y con un largo historial en sus colecciones. A esta categoría pertenecen -o pertenecieron- casi todos los nombres más sonados: Chanel, Dior, Gaultier Paris, Givenchy, Lacroix…
· MEMBRE CORRESPONDANT:esta categoría se creó en 1992 agrupando a todas las casas extranjeras que hicieran Alta Costura. La única condición extra es que todas sus operaciones se realicen en Francia. Versace perteneció a esta categoría, así como Armani Privé, Valentino y Elie Saab.
· MEMBRE INVITÉ:estas marcas o diseñadores son honrados por la Chambre al ser invitados por una o dos temporadas. Muchas permanecen en esta categoría esperando a que la Cámara los instale en alguna de las dos anteriores, como recientemente ocurrió con Alexandre Vauthier.
Desde 1993, la Cámara Sindical de la Alta Costura incluye en su calendario, desfiles de colecciones con miembros invitados. Desde el 2007, esta participación ha ido ampliándose con la voluntad de "no oponer" la alta costura al prêt-à-porter, impulsando y ponderando la creatividad de otras marcas. Es en esta categoría donde podemos ubicar a nuestro talentoso diseñador Oscar Carvallo quien radica en París desde el año 2003.
Oscar presentó en la semana de la moda parisina su primera colección de prêt-à-porter en el 2003. Su debut con una colección de Alta Costura ocurrió en enero de 2013, bajo el título "La femme poisson" Sus diseños se inspiraron en entidades del mar, resaltando la contraposición de las siluetas suaves con las de mayor rigidez, los tonos metalizados y las texturas talladas con tecnología láser.
En enero de 2014 presento en París su colección primavera/verano, bajo la forma de un "Viaje visual y sensorial" inspirado en la obra de nuestro artista plástico cinético, Carlos Cruz-Diez, luego de una primera colaboración entre el diseñador y el artista para un evento en el Museo de Artes Decorativas de París, llevada a cabo siete años antes.En 2014 también presentó su colección Couture, Otoño/Invierno que llevó por nombre “Save our souls” (Salven nuestras almas). Contando con la colaboración y participación de Pancho Quilici, que según el artista plástico, invitaba a ver la vestimenta como refugio para sobrevivir.
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Es él, hasta la fecha, el único talento nacional, diseñador de moda venezolano honrado a participar en la semana de la moda parisina. Participación otorgada por la cámara sindical de alta costura en la categoría de miembro invitado, sin embargo, para la fecha actual Oscar Carvallo no puede usar ninguna certificación emitida legalmente que lo pondere con la denominación de Alta Costura, pues antes de ser reconocido como miembro oficial debe presentar un mínimo de ocho colecciones para demostrar que financieramente puede permitirse ese honor.
Confeccionar Alta Costura en Venezuela es sólo un mito, pues Alta Costura solo se produce en París y debe estar debidamente certificada por La Cámara Sindical de Alta Costura de París.
No por confeccionar vestidos a la medida, confeccionar con un método de tradición artesanal, o por trabajar con telas de primera podemos ponderarnos como diseñadores de alta costura.
En el País existen grandes representantes de la moda nacional, con una calidad de confección que nada tiene que envidiar a la alta costura parisina, sin embargo esta denominación, no debe ser aplicada al trabajo de ningún diseñador en Venezuela.
El empleo de este término se ha prestado a grandes abusos, ya que muchas marcas y diseñadores lo han utilizado para vender productos de prêt-à-porter que no cumplen con los requisitos de confección de alta costura. El término también es aplicado para diseños exclusivos que si bien, son elaborados a medida y siguiendo las pautas de confección tradicional, no se encuentran sindicados.
Este hecho es pasado por alto en Venezuela, debido a la excelente calidad del producto de muchos de sus diseñadores, sin embargo, esta denominación se aplica inadecuadamente y la mayoría de las veces, es promocionada por los medios en pro de exacerbar el trabajo del talento nacional.
En la década de los ‘80 Venezuela experimentó un boom de la moda. El arribo a nuestra tierra del modisto francés Guy Meliet, formado en lo más encumbrado de la alta costura parisina, impulsó al emprendimiento de grandes talentos nacionales.
Este maestro vistió a innumerables damas de la alta sociedad nacional y a las candidatas que nos representaron en certámenes internacionales, ponderando a la mujer venezolana entre las más bellas y elegantes del mundo.
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Carmen Victoria Peréz luciendo un Guy Meliet |
De esta camada de diseñadores surgida en los años 80 podemos nombrar al destacado y ahora internacional ÁNGEL SÁNCHEZ, quien desde sus inicios experimento con sus diseños, emulando las creaciones de alta costura parisina. Este diseñador ha logrado obtener un lugar en la moda internacional más sin embargo, no es miembro de la cámara sindical.
CAROLINA HERRERA, inició su trayectoria en la década de los ‘70, es una representante del talento nacional, distinguida por la calidad, sobriedad y elegancia de sus diseños y ponderada entre las mejores marcas moda del mundo y aun así, no tiene la denominación de Alta Costura.
GIOVANNI SCUTARO, otro venezolano representante de la moda criolla y con trayectoria internacional, aplica la denominación de HAUTE COUTURE a su producto sin haberle sido otorgada por esta cámara sindical, exponiéndose delicadamente a una querella judicial con la cámara de comercio de la industria de Paris.
GIONNI STRACCIA, oriundo de valencia y gran diseñador, publica en la biografía de su página web oficial que él “es una de las grandes figuras de la alta costura internacional”. Él es un excelente diseñador y gran representante de la moda nacional pero tampoco puede usar esta denominación de origen.
NIDAL NOUAIHED gran modisto y excelente diseñador zuliano, también publica en su web oficial que: “Pertenece a una prolífica generación de diseñadores del prêt-á-porter y la alta costura nacional”.
LEONARDO DE ARMAS a quien respeto y admiro por su larga trayectoria y el excelente producto de su trabajo, de la misma forma se promociona desde su web oficial como HAUTE COUTURE.
GEORGIA REYES otra admirable representante de la moda en Venezuela, también aplica en su página web oficial la denominación HAUTE COUTURE.
FRANCO MONTORO, quien obtuvo el tercer lugar tras ser nominado como Mejor diseñador Avant-Garde en la primera edición latina de los prestigiosos premios VOGUE LATIN FASHION AWARDS, publica en su web oficial lo siguiente: “Franco decide probar su extraordinario talento en el mundo del diseño de modas iniciando una línea de alta costura propia”
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EDUARDO KANO, en su web oficial dice en su biografía: “la fusión de la alta costura, la sastrería clásica, el diseño contemporáneo…… Gran trayectoria pero tampoco, debe usar esta denominación para describir su trabajo.
MARIELA GUZMÁN, otra talentosa diseñadora egresada de la Academia de Diseño Las Mercedes y debo destacar con una gran ética al respetar la moda, aplica a su trabajo el término usado por los italianos, ALTA MODA: “Bravo Mariela”.
Otros grandes representantes venezolanos son ponderados de forma equivocada por la prensa como diseñadores de ALTA COSTURA poniendo en evidencia la falta de comunicadores especializados en moda.
RICHARD FEBLES, conocido como el heredero de Meliet, es en mi opinión, uno de los mejores representantes de la moda nacional, aferrado al tradicional arte de la alta costura parisina, elabora cada una de sus exquisitas creaciones con los exigentes métodos de confección artesanal y con los mejores materiales de los que pueda disponer. ![]() |
Trabajo de Richard Febles |
VALENTINA CEDEÑO, con una laboriosa y excelente confección, es ponderada entre las mejores diseñadoras nacionales. Apasionada de la alta costura, pone en cada puntada el sacrificio de cientos de horas de trabajo.
LUIS BRACCAL, diseñador especialista de las técnicas de restauración y prolijo en sus métodos de confección, es promocionado de igual forma por los medios nacionales.
Muchos diseñadores representantes del talento nacional, dedican su pasión al rubro de la confección personalizada, en trajes de gala y novias, sin embargo ninguno de estos grandes maestros de la moda criolla pueden aplicar el término “ALTA COSTURA” ni en español, ni en francés“HAUTE COUTURE” y menos en japonés “オートクチュール”(Ōtokuchūru).
Aunque nos cueste admitirlo LA ALTA COSTURA en Venezuela solo es un mito petulante.
En el país el lujoso rubro de la moda personalizada, lamentablemente ha decaído, pues actualmente los costos de piezas para eventos especiales como galas y ceremonias religiosas son elevados. Las venezolanas en décadas pasadas recurrían a los diseñadores de esta especialidad para que elaboraran sus majestuosas creaciones a medida. Cualquier invitación a una boda o guateque era una excusa perfecta para que una dama luciera un traje de diseñador, ahora recurren a tiendas de alquiler o compran vestidos genéricos que engalanan con accesorios, obligadas a tener mayor creatividad en estos tiempos de crisis. La verdad es que como amante de la moda, aun sueño con las maravillosas creaciones de Alta Costura, quizás sería bueno crear en Venezuela una CÁMARA SINDICAL DE LA COSTURA CRIOLLA y así poder tener una denominación de origen con orgullo nacional.
Emitiendo mi opinión, a este país lo que le hace falta es creativos, diseñadores y confeccionistas que se dediquen a hacernos la ropa del día a día, ropa para el trabajo, para ir a la playa o a cualquier ocasión, pero con un sello de distinción nacional.
Venezuela tiene un patrimonio cultural que ha sido menospreciado por años, nuestros talentos buscan su identidad emulando a las tendencias globales y eso no está nada mal, pero hay que lograr un sello de distinción de moda CHIC NACIONAL. La idea no es copiar para peor, la idea es recrearse y reinterpretar, pero siempre con la intención de mejorar el diseño y la calidad del producto moda. Los creativos, los confeccionistas y los consumidores deben exigirse y exigir un producto moda nacional, con distinción y calidad. De nada vale un diseño de autor que no sobrevive a la primera postura, necesitamos gente que diferencie la distinción de lo burdo, el país necesita de diseñadores que se ocupen de mejorar su trabajo y no, que se preocupen del trabajo ajeno. El buen diseño es superado por la buena confección y la calidad del mismo. Y para despedirme concluyo:
Señores en este país NO QUEREMOS MÁS TRAPOS, lo que realmente queremos es Moda hecha en Venezuela, para los venezolanos y para el mundo entero.